Ella
siempre llama cuando tú me ignoras
pero
Jesús siempre al margen
Jesús
no entra en provocaciones.
Ella
huele a durazno y se peina como yo diga
pero
Jesús no quiere comer frutas
no
tiene hambre.
Ella
interminable parvada de pájaros azules
no ha
entendido que Jesús no tiene cielo.
Ella
medusa sin serpientes
no comprende
que Jesús ya es una piedra
tallada
y vuelta a tallar por los años.
Ella
terca como el cangrejo
jamás
se dará por vencida.