Queríamos
una casa para hacer nuestro sueño realidad
con
televisión moderna y una mesa para seis personas
aunque
sólo fuéramos dos.
Vivir
juntos lejos de nuestros padres y
hermanos
tener
un jardín diminuto donde crecieran girasoles y jacintos.
A
mí no me gusta el beisbol pero estaba dispuesto a ir al estadio
para observarte sonreír al ver las botargas bailar
no
me importaba compartir mi carro mucho
menos la cama
lo
intentaríamos todo.
Pero
yo deje de estar en las fiestas familiares
y
tu nombre dejó de existir en todo verso que escribía.